La cuesta de enero es uno de los grandes miedos de la vida adulta, porque para muchos representa la idea de problemas financieros por las deudas acumuladas de diciembre.
Sin embargo, este concepto es fácil de sobrellevar con prácticas sencillas y saludables.
1. Identifica tu salud financiera del mes armando un presupuesto, con los gastos que tienes para este mes y con una idea general de cómo cambiarán en los siguientes meses. Así estarás en control total de tus finanzas y podrás tomar decisiones inteligentes para cada aspecto.
2. Para solventar los gastos ya adquiridos, necesitas recurrir a tres vertientes: la primera es reducir gastos innecesarios como servicios que no uses o gastos hormiga; la segunda es armar un plan de pagos realista, con una base sólida que puede aumentar si sobra dinero a fin de mes; y la tercera, es no adquirir más deudas a través de préstamos o financiamientos que no podamos pagar a corto plazo.
3. Por último, aplica la llamada regla 50-30-20 que implica la división de tus ingresos en estos porcentajes. El 50% debe ser para tus gastos básicos como renta, hipoteca, servicios, comida, etc. El 30% es para gastos personales referidos a comprar ropa y algunas actividades de ocio, y el 20% siempre debe ser para ahorrar.
¡Sigue estos consejos y verás que todo el año te irá bien!