No olvides analizar bien cuál es tu postura respecto al tema para que la conversación no se convierta en una discusión
1. Antes de encarar cualquier conversación sobre sexualidad es importante que uno tenga en claro cuáles son sus propios valores y actitudes al respecto. Toda charla con hijos adolescentes relacionada con temáticas de amor, vínculos y sexualidad tiene muchas más posibilidades de ser productiva si uno ha analizado previamente su postura ante esas temáticas.
En muchos casos, puede ser útil hacer el ejercicio previo a la conversación de formularse preguntas como: ¿Qué pienso acerca de que los adolescentes sean sexualmente activos?, ¿inicié mi vida sexual durante la adolescencia, y en caso afirmativo, ¿cómo me sentía?, ¿qué pienso acerca del uso de métodos anticonceptivos?
2. Comenzar a hablar sobre temas relacionados con la intimidad desde la niñez, evitando la idea de que en algún momento habrá una “gran y única charla” sobre el tema. Muchos padres piensan que en algún momento de la vida de sus hijos habrán de encarar una “gran” conversación en la que despejarán todos los temas y dudas en relación al sexo.
Este enfoque es contraproducente. Lo que se recomienda es empezar a hablar sobre temas relacionados con la intimidad desde que los chicos son pequeños, adaptando el lenguaje y la temática a su edad. De lo que se trata es de construir un canal de comunicación, de ida y de vuelta, no una disertación, en torno a estos temas, y eso requiere tiempo.
3. Dejar siempre en claro cuál es la opinión personal al respecto de estos temas. Para que la charla sea honesta y positiva es importante que los padres transmitan en forma explícita qué es lo que piensan sobre el sexo. Eso incluye abordar en forma proactiva si existe en la familia una postura religiosa en relación a la temática, qué es lo que se piensa sobre el inicio de las relaciones sexuales en la adolescencia, o cuál es la mirada que se tiene sobre el uso de métodos anticonceptivos, por ejemplo.
4. Al hablar sobre sexualidad, ser preciso. Los adolescentes reconocen que son los padres la fuente a la que prefieren recurrir cuando necesitan hablar sobre amor, relaciones y sexualidad. Son muchas y muy variadas las preguntas a las que necesitan encontrarle una respuesta, y es por ello que poder ofrecer respuestas precisas es la mejor forma de saciar la necesidad de información de los jóvenes.
5. Si no hay respuesta para las preguntas sobre sexo, acompañar a los hijos en la búsqueda de dichas respuestas. No está mal reconocer que uno a veces carece de la información necesaria para despejar todas las dudas en temas como sexualidad o anticoncepción. Los padres pueden acompañar a sus hijos en la búsqueda de respuestas a preguntas que se desconocen.
6. Cuanto más abiertamente se habla sobre sexo con los hijos, menores son las probabilidades de un inicio temprano o de que tengan sexo no seguro. Hablar sobre sexo, métodos anticonceptivos o condones no significa darles permiso a los adolescentes para que tengan sexo lo antes posible. Al contrario, los adolescentes que sienten que sus padres quieren hablar con ellos abiertamente sobre el sexo tienden a demorar más el inicio de su vida sexual y a utilizar métodos anticonceptivos y condones cuando tienen relaciones sexuales.