Estas reuniones no siempre son amenas, sigue estos consejos para mantener la calma y llegarás al postre de buenas.
Seamos francos quizá necesites una guía de supervivencia para enfrentar la temporada navideña completa, cuando vas a casa y miras a tu alrededor y te preguntas ¿quienes son estas personas, en verdad son mis parientes?, seguro que la vas a necesitar.
Aunque muchos tratan de evitar el trago amargo hay mecanismos de supervivencia más eficaces, lo primero que tenemos que olvidar son “nuestras expectativas”, antes de acudir a la reunión familiar haz una lista de los invitados y anota dos frases junto a cada nombre, una que diga que te agrade la persona y otra que exprese lo que te enfada, iras con una mentalidad distinta. Por ejemplo si tienes una tía entrometida recordar que también es afectuosa, tolerante y dulce, te hará comprender que su intromisión es producto del cariño que te tiene.
Si bien no hay reglas de etiqueta para lidiar con estas situaciones, haz una estrategia que pueda ayudarte a salir bien librado.
Estos consejos de los expertos te permitirán enfrentar cualquier situación con gracia decoro y compasión.
El Sabelotodo
Haz escuchado la frase “Papa es el experto”. Pero se trate de tu padre, tío, madre o tu molesta hermana, que un familiar te de consejos no solicitados puede provocar resentimientos. Los miembros de nuestra familia se inmiscuyen de más en nuestras vidas por la confianza que genera la vida en común.
Aunque algunos de estos asesores tengan un genuino deseo de ayudar, otros solo buscan ser el centro de la conversación.
La estrategia: Sé cortés, no te tomes nada pecho y recuerda que sus intenciones son buenas, puede que en verdad quieren echarte una mano o que solo deseen platicar contigo tratar con esa persona puede ser tan sencillo como decir: muchas gracias por preocuparte por mi bienestar, por suerte eso no me agobia en este momento, no es necesario considerar sus sugerencias, pero es importante reconocer la intención tú interlocutor, se sentirá bien y podrás superar el asunto.
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El Niño Travieso
Las vacaciones de Navidad y año nuevo son muy emocionantes, lo cual puede empeorar la conducta de un niño inquieto, “muchas veces los niños sólo desean atención” a menudo prestárselas mejorará su comportamiento, intenta incluirlos en la platica si la edad lo permite.
La estrategia: Hay una diferencia entre un Infante mal portado y uno cuyo proceder no te agrade, quizá no te guste su atuendo pero eso no te incumbe. Por otra parte si un pequeño se pone a sí mismo (o a otros) en peligro, pide que se detenga sin sin mostrar enojo e informa a sus papás.
Si mantienes la calma y la objetividad, nadie se ofenderá, los padres te lo agradecerán; si no hay una mesa para niños pide sentarte al lado de un familiar que hace tiempo no ves en lugar de pasar la cena al lado de una criatura problemática.
El Inquisidor
Nuestra gente sabe más de nosotros de lo que nos gustaría y podría haber un pariente en específico que se interese más por nosotros que el resto, cuando alguien hace demasiadas preguntas personales considera que es posible que en verdad se preocupe por ti, “busca encajar y encontrar cómo crear un vínculo contigo”.
La estrategia: Si no quieres compartir mucho acerca de tu vida trata de ser lo más ambiguo posible, haz un chiste o responde con una pregunta según lo que quieran saber, para cambiar el tema puedes preparar temas de conversación muy propicios: un recuerdo familiar, tu comida favorita o tal vez un viaje favorito, a todos les gusta comer y viajar pero si realmente quieres estimular una conversación amena comparte tus recuerdos familiares más preciados o cómicos.
El aficionado a la Política
Conforme las posturas políticas se polarizan más es posible que en tu siguiente reunión familiar haya alguien cuyas opiniones se opongan a las tuyas, no necesitamos estar todos de acuerdo en todo, de hecho pienso que es saludable tener visiones distintas, si todo el mundo pensara igual las conversaciones no resultarían estimulantes.
La estrategia: Antes de empezar a discutir recuerda que tus parientes no tienen por qué compartir tus ideas y que sus opiniones no revelan nada negativo sobre ti, se cree que las familias deben de reflejar nuestra esencia así que cuando uno de tus miembros familiares tiene un credo político distinto no hay que tomarlo a mal.
Dependiendo de qué tan acalorado se tome el debate intenta cambiar el tema o irte a otra habitación, a veces quizá solamente necesitamos admitir y saber que nunca estaremos de acuerdo en todo en ese tema en particular.
El Bebedor
En el mejor de los casos un comensal que se pasa de copas podría avergonzarnos; en el peor escenario es un riesgo en potencia para sí mismo o para los demás. Si eres el anfitrión ten en cuenta que eres responsable por el bienestar de todos tus invitados, si ves que alguien está perdiendo el control llevalo a un lugar apartado, no olvides que suele existir un motivo para embriagarse, podría tratarse de la ansiedad social que todos sentimos. No es casualidad que la destilación sea una industria multimillonaria, el alcohol es un depresivo nos relaja y nos ayuda a sentirnos ansiosos y estresados.
La estrategia: Al ser el dueño de la noche, puedes reducir los estragos al dejar de darle licor a tu huésped rebelde y ofrecerle en cambio bastante agua, bebidas sin alcohol y alimentos. También preguntate ¿por qué alguien querría beber tanto, les incomoda la presencia de su ex?, ¿acaban de descubrir que le debe muchísimo dinero al SAT?, dialogar con un invitado de esta naturaleza para que no se sienta agredido podría hacer externar sus inquietudes, lo cual a su vez podría tranquilizarlo, no olvides que tu obligación no es convertirte en psicólogo u oficial de policía, bastará con ofrecerte a pedirle un taxi o dejar que pase la noche en tu casa.
El beso es un truco diseñado por la naturaleza para dejar de hablar cuando las palabras se vuelven superfluas
Ingrid Bergman
