La cultura organizacional juega un papel clave en el inicio del futuro de los espacios de trabajo, pero ¿qué es?
Es el conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores, tradiciones y formas de interacción dentro y entre los grupos existentes en todas las organizaciones lo que vuelve vital en el regreso seguro a los espacios de trabajo.
Es así como los colaboradores se convierten en portavoces de un mensaje que representa la filosofía de la empresa o institución, impactando a los clientes o usuarios finales de sus productos o servicios, lo cual se traduce en crecimiento y posicionamiento dentro de un mercado. Hoy, ante el retorno inminente de los colaboradores a las oficinas, los líderes deben convertirse en pioneros del regreso seguro, a través del rediseño de sus oficinas y la conformación de equipos resilientes.
En este sentido, los sitios de trabajo deberán ser el espacio en el que, quienes lo habiten, desarrollen una comunidad donde compartan la corresponsabilidad en cuestiones de bienestar físico y mental, entendiendo ahora esto más allá de la ergonomía brindada por una silla cómoda o un buen escritorio. Se trata de la creación de una atmósfera saludable.
A la par, se deben considerar dos factores sustanciales: parte del equipo que colaborará al 100% desde home office y otros que podrán mantenerse en un esquema mixto, es decir, gestionando sus actividades algunos días desde la oficina o desde el hogar, por este motivo es importante que la corresponsabilidad permee tanto en el equipo que se encuentre en el inmueble de la empresa como en el que esté en casa y los que estén en ambos sitios.
Ante esta realidad emergente, la Consultora Internacional PwC realizó una encuesta en la que se demostró que 97% de los empleados mexicanos se sienten cómodos con el esquema de home office; sin embargo, 30% de ellos sugiere que le gustaría hacerlo solo tres veces por semana, es decir, un esquema mixto en el que algunos días realicen sus gestiones desde la oficina y en otras desde el hogar u otros sitios en vía remota.
“Considerando todos estos factores en el tablero, de la mano de estrategias para rediseñar las oficinas, quienes se atrevan a ser pioneros iniciarán un proceso organizacional disruptivo llamado: Cultura colaborativa por la salud”, afirman expertos de PM Steele. “Esta será posible si y solo si las oficinas se convierten en el lugar en el que los colaboradores quieran estar; ¿cómo se logra esto? A través de la metamorfosis de los centros de trabajo, invirtiendo en herramientas que promuevan la salud de los empleados, el objetivo debe ser disminuir el miedo al contagio, obteniendo la misma sensación de protección que tenemos en casa”, enfatizan.
Esta nueva cultura colaborativa por la salud debe propiciar que los equipos trabajen de manera coordinada primordialmente en la oficina, asegurando la salud de cada uno de ellos, pero ¿cómo se puede lograr esto si la medida principal es la sana distancia?
Hoy existen alternativas innovadoras que permiten establecer una separación física entre los colaboradores en sus estaciones de trabajo, salas de juntas y áreas comunes, a través de la instalación de biombos y mamparas de acrílico, vidrio y plástico laminado.
¿La ventaja? Los espacios de trabajo no necesitan cambiar drásticamente, solo es pertinente aliarse a propuestas emergentes como estas “barreras” para seguir capitalizando el diseño de oficina con el que cuentan en la actualidad, sin retroceder a un modelo de oficina cerrada, porque eso podría incrementar los índices de soledad, ansiedad o depresión”, señalan los especialistas.
El contacto con otros es fundamental, así de la mano de protocolos de limpieza y herramientas que favorezcan la sana distancia sin aislar a sus usuarios, los líderes comenzarán un nuevo hito en la historia de las oficinas.
Es tiempo para que, las áreas de Recursos Humanos se conviertan en salvaguardas o interventores de los espacios seguros, garantizando una correcta comunicación para llevar a los colaboradores a valorar el esfuerzo de las empresas por la remodelación y/o adaptación de los espacios, reforzando el uso del cubrebocas y el lavado de manos. De este modo, la cultura colaborativa por la salud permeará en cada uno de ellos, reforzando el mensaje de bienestar por uno mismo y para todos, sintiéndose tan seguro como en su hogar, impulsando la verdadera nueva normalidad.