En Honduras le llamaban Bestia y desde que se integró a la caravana de migrantes lo apodaron Bolillo o el “perro inmigrante”.
Este perrito se tira pecho arriba ante cualquier caricia y, debido a la caravana, ha limitado su dieta a los bolillos, ya que es lo único que le pueden proveer los integrantes de la caravana.
Bolillo es un perrito que ha caminado más de 800 km acompañando a su dueño.
Ambos forman parte de la #CaravanaMigrante, integrada por miles de personas que vienen de Centroamérica buscando alcanzar la frontera con Estados Unidos. pic.twitter.com/yJxeqeBxyk
— AJ+ Español (@ajplusespanol) 27 de octubre de 2018
Bolillo Atravesó la frontera sur de México nadando por el caudaloso río Suchiate, junto a la balsa en la que iba su dueño, Adalberto López, y el lunes incluso se subió a un tráiler como muchos migrantes para ganarle kilómetros al largo camino que aún les falta para llegar a la frontera norte de México.