Un colchón es una inversión de dinero importante, por lo que debemos asegurarnos de que dure, y eso significa aprender a limpiar nuestro colchón. Los colchones pueden albergar ácaros del polvo, piel muerta, suciedad y otros escombros, lo que significa que deben limpiarse con regularidad, especialmente si sufres de alergias y tienes mascotas.
La buena noticia es que limpiar un colchón es mucho más fácil de lo que piensa. Sigue leyendo para descubrir los nueve sencillos pasos que te ayudarán a mantener tu colchón limpio y listo para dormir durante años.
Reúne todos los artículos de limpieza.
Para limpiar profundamente un colchón, necesitará ciertos materiales a mano:
Una aspiradora con un accesorio de tapicería
Un limpiador enzimático o jabón para platos para quitar las manchas
Detergente de lavandería
Bicarbonato de sodio
Trapos de limpieza
Agua fría
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Quita y lava toda la ropa de cama.
Quite las sábanas , fundas de almohada y fundas de colchón y déjelas girar en la lavadora mientras trabaja en la limpieza del colchón. Lavar toda la ropa de cama con agua caliente ayudará a eliminar los ácaros del polvo. Dependiendo del tipo de almohadas que tenga, es posible que también pueda lavarlas. (Verifique la etiqueta de cuidado).
Aspira el colchón
Toma el accesorio de tapicería de tu aspiradora y pasa por toda la superficie del colchón, incluidos los lados. Presta especial atención a las costuras y limpia el accesorio para eliminar la suciedad o el polvo ocultos.
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Limpia las manchas de tu colchón con un quitamanchas
Ahora es el momento de concentrarse en quitar las manchas del colchón, y eso significa limpiar las manchas. Nunca moje el colchón ni le aplique agua o solución limpiadora directamente. La espuma viscoelástica, por ejemplo, no se debe mojar en absoluto. Por esa razón, es importante proceder con cautela y operar según el principio de que menos es más.
Por lo tanto, limpiar las manchas con un quitamanchas. El quitamanchas que elijas dependerá del tipo de mancha y del tipo de colchón. Para las manchas biológicas, busque un limpiador enzimático. Rocíe el limpiador en un paño blanco limpio y luego seque el área manchada con el paño. Después de eso, puede aplicar agua fría a un paño limpio diferente y continuar secando hasta que la mancha desaparezca. El objetivo aquí es utilizar la menor cantidad de producto y humedad posible. Este método es ideal para manchas de sangre, sudor, vómito, orina y otras manchas relacionadas.
Como alternativa a un limpiador a base de enzimas, puedes hacer tu propia solución de bricolaje mezclando jabón para platos con agua y aplicando solo la espuma resultante a la mancha. También puede preparar una solución casera de partes iguales de agua fría y peróxido de hidrógeno.
Espolvorea bicarbonato de sodio por todo el colchón.
Si no puedes poner tu colchón al sol y al aire libre, el bicarbonato de sodio es la mejor alternativa. Espolvoree una capa sobre toda la parte superior del colchón y deje actuar durante varias horas (o mejor aún, aplique antes de un viaje). El bicarbonato de sodio descompondrá el ácido y absorberá cualquier humedad u olor restante. ¡Cuanto más tiempo puedas dejar el bicarbonato de sodio en el colchón, mejor funcionará! Cuando el colchón se asiente con el bicarbonato de sodio, abra las ventanas de la habitación para que entren la luz y el sol. Los rayos ultravioleta del sol realmente ayudarán a matar cualquier moho o bacteria en el colchón.
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Aspire de nuevo
Una vez que el bicarbonato de sodio haya hecho su magia, aspírelo completamente. (Si tiene una cabecera de tela, ¡ahora es un buen momento para pasar la aspiradora!
Voltea el colchón
Ahora que el lado uno está impecable, voltee el colchón y repita los pasos 1-5 para que ambos lados estén igualmente frescos y limpios. El volteo, por supuesto, debe hacerse a intervalos regulares, ya sea que esté limpiando profundamente el colchón o no. La sabiduría convencional ha sido que las personas deben voltear su colchón cada tres meses, pero esa regla general solo se aplica a los colchones de muelles porque se comprimen con el tiempo. A medida que los colchones se vuelven más especializados, lo mejor es consultar con el fabricante del modelo. El colchón de espuma, por ejemplo, solo debe rotarse 180 grados cada pocos meses.
(Como regla general, los colchones se deben voltear cada tres meses, o con más frecuencia si comienza a notar que se hunden. El volteo constante del colchón ayudará a que el colchón se desgaste de manera más uniforme y dure más).
Protege el colchón
Ahora que sabe cómo limpiar un colchón, es hora de protegerlo. Una vez que esté completamente seco, cubra su colchón nuevo con un protector de colchón, que facilitará la limpieza en el futuro y lo protegerá de derrames, suciedad y otras cosas desagradables (es decir, chinches y ácaros).
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Evite el polvo con un cubre colchón.
“Usar sábanas ajustables que se lavan regularmente y mantener limpia el área alrededor del colchón debe protegerlo del polvo”. Dicho esto, envolver colchones y somieres en fundas de colchón asegura que los ácaros del polvo no se instalen, una idea especialmente buena para aquellos que sufren de alergias o asma.
Limpiar un colchón sin duda alargará su vida útil y hará que sea un placer para dormir, pero todas las cosas buenas deben llegar a su fin. Después de unos ocho años, considere invertir en un colchón nuevo.
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