Por: Karen Czacki, Nutrióloga Certificada y vocera Nature’s Heart
El verano es una época del año en la cual nos encanta lucir bien, sin embargo, el sol, las actividades al aire libre y los excesos de las vacaciones, entre otras cosas, pueden influir de manera negativa en nuestro organismo. Por eso, te doy algunos consejos para cuidar tu cuerpo y tener un estilo de vida saludable.
1) Vigila tu hidratación. Una forma es observando la coloración de la orina. Si ésta es de un color ámbar o muy concentrado, quiere decir que te hace falta beber más agua; si al contrario, es prácticamente transparente, quiere decir que has excedido la cantidad que debes ingerir. El punto medio es lo ideal. El requerimiento de agua regularmente es de 1ml por cada kcal ingerida en la dieta, y a esto hay que agregarle las pérdidas por sudoración en caso de realizar actividades deportivas. Es por eso que el promedio es de 2 litros por día, siempre y cuando la función del riñón e hígado sean normales. Una excelente opción para rehidratarnos en época de mucho calor o cuando realizamos ejercicio es el agua de coco; ésta aporta los electrolitos que perdemos durante la sudoración y además aporta fibra, favoreciendo la salud intestinal.
2) La salud de la piel también es muy importante. Exponerse al sol en verano es muy común, por lo que debes tomar en cuenta siempre proteger tu piel con bloqueador solar, mantenerte hidratada y consumir alimentos que proporcionen aceites esenciales, como las semillas, que ayudan a que la piel se regenere de manera adecuada. Además te recomendamos consumir alimentos con propiedades antioxidantes, éstos ayudarán a reducir los efectos de los radicales libres que se producen por las agresiones del medio ambiente. Una excelente alternativa son los frutos secos como los goldenberries y los arándanos.
3) Procura no dejar pasar más de 3 o 4 horas entre cada alimento o colación, ya que esto puede provocar un aumento de peso y alteraciones digestivas. Consume frutos secos y otras fuentes de fibra como la Chía para mantener sano el sistema digestivo.
4) Hacer ejercicio es vital para cuidar tu cuerpo y no solo en verano, sino todo el año. El ejercicio ayudará a mantener tu peso corporal, mejorar el tono muscular, aumentar tu energía y es indispensable para cuidar tu salud cardiovascular. No olvides siempre consumir algún alimento ligero o snack saludable ya sea antes de tu ejercicio si lo realizas en las mañanas o después de tu rutina si ésta es en la tarde. Una deliciosa opción son las semillas y frutos secos.
5) Mantener un estilo de vida saludable, pues la alimentación juega un papel fundamental para estar sanos. Incluye en tu dieta alimentos que además de ser saludables, tengan un alto valor nutricional. Puedes utilizar la quínoa como fuente de proteína vegetal, que te permitirá enriquecer tus ensaladas o cereales; otro alimento milenario y con grandes propiedades que puedes utilizar es la chía, la puedes incluir en el agua o en ensaladas y te aportará una buena cantidad de fibra para la función intestinal.
Recuerda que somos lo que comemos y todo inicia con una alimentación balanceada, para posteriormente adoptar buenos hábitos, como lo son beber 2 litros de agua al día para hidratarte, realizar 30 minutos de actividad física y descansar lo necesario; estas simples acciones pueden hacer la diferencia y te harán sentir más fuerte, sano y feliz. ¿Qué estás esperando para mejorar tu salud y tu vida?
