La hipótesis es que el animal pertenecía al ejército ruso y estaba entrenado para colaborar con los buceadores militares en diferentes tareas.
Es momento de añadir algo nuevo a tu lista de deseos: jugar a que le lanzas un balón a una beluga salvaje y te lo devuelve en las cercanías del Círculo Polar Ártico.
Pero no todo lo que se muestra en el video significa que está bien, en opinión de un científico lo mejor es no molestar a los animales, además de que el animal parece haber escapado de una instalación militar Rusa.
En algún momento, la beluga escapó (o la soltaron) y acabó merodeando por las costas de Noruega. Ese es el primer error que da por supuesto el vídeo. Hvaldimir está completamente habituada al contacto humano. No es un animal salvaje que juega con los marineros por pura casualidad.