Hace justo doce décadas se creó una de las pastillas más famosas en el mundo. ¡Conoce su historia!
El 10 de octubre de 1897, el científico alemán y entonces colaborador de la farmacéutica Bayer, Félix Hoffmann, anunciaba que había logrado sintetizar el ácido acetilsalicílico, ingrediente activo de la Aspirina, uno de los medicamentos más populares del mundo.
Sin embargo, su origen podría remontarse a miles de años atrás, pues de acuerdo con el reciente análisis de una mandíbula que data de hace 49 mil años, los neandertales masticaban la corteza de los álamos (fuente natural de ácido salicílico) para aliviar el dolor.
En la antigua Grecia, Hipócrates (el padre de la medicina) ya aplicaba a sus pacientes las propiedades analgésicas del extracto de la corteza de sauce (que también contiene ácido salicílico).
La popularidad de la Aspirina, útil contra el dolor de cabeza y muscular, ha alcanzado grandes dimensiones. En 1950, el Libro Mundial de Records Guinness lo nombró el fármaco más vendido en el mundo. Y no sólo eso, sino que el 20 de julio de 1969, una caja de Aspirina formó parte del kit que llevaron a la Luna los astronautas del Apolo 11.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la agregó a su Lista de Medicamentos Esenciales como un fármaco fundamental para prevenir coágulos sanguíneos, y cabe destacar que en una encuesta realizada por la revista Newsweek, los estadunidenses la reconocieron como uno de los inventos más importantes del siglo XX, junto a la luz eléctrica, el automóvil, el teléfono y la televisión. ¿Qué haríamos sin ella?
Aspirina también fue incluida en el Museo Nacional de Historia Estadounidense del Instituto Smithsonian, en Washington, DC, Estados Unidos.
A medida que se fueron descubriendo las capacidades analgésicas de este fármaco fue necesario crear nuevas presentaciones y más plantas de producción, una de ellas en Lerma, Estado de México (construida en 1997), donde cada año se realizan más de mil millones de tabletas para distribuirse en México, Brasil y Colombia.
Para celebrar, el laboratorio farmacéutico Bayer, en alianza con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, exhibió una serie artística en la avenida Paseo de la Reforma titulada: “Expresiones: 120 años de Aspirina”, que incluyó 12 esculturas intervenidas por artistas mexicanos.