Los jóvenes dejan de comer para “compensar” las calorías de su alto consumo de bebidas alcohólicas.
La ebriorexia o drunkorexia es un trastorno alimenticio que combina varias conductas perjudiciales como la bulimia, anorexia y el alcoholismo, igual que éstas tiene una base siquiátrica.
Consiste en restringir la ingesta de alimentos para compensar las calorías obtenidas luego del consumo exagerado de alcohol, evitando así el aumento de peso, este periodo de abstinencia alimenticia provoca una desesperación por consumir comida, llevando a estas personas a tener un atracón, para posteriormente provocarse vómito, de allí que se afirma que la ebriorexia es una mezcla de diversos trastornos.
Esta enfermedad surgió por un grupo de actrices y modelos de Hollywood como Lindsay Lohan, Tara Reid, Misha Burton y Victoria Beckham, todas ellas tuvieron problemas con el consumo de alcohol y su delgadez fue evidente.
Hoy en día esta peligrosa moda va en aumento, afecta a personas entre los 18 y 30 años, siendo en su mayoría mujeres.
Uno de los principales factores de este trastorno es la aceptación social que tiene el alcohol, ya que no está mal visto que una persona beba en exceso, así como la obsesión de mantenerse delgado al tratar de imitar la imagen de las modelos y artistas, la cual muchas veces es irreal debido al exceso de photoshop.
Carla Young, nutrióloga egresada de la Universidad Anáhuac y encargada del área nutricional de HIT 56, nos dice: “Privar al cerebro de su principal combustible al mismo tiempo que se ingiere alcohol en grandes cantidades, puede provocar problemas cognitivos a corto y largo plazo, las personas que sufren esta patología suelen aislarse de todo su entorno y presentan un comportamiento violento”.
Las generaciones de hoy en día se preocupan más por mantener una buena apariencia, por esto son cada vez más frecuente este tipo de trastornos, sin embargo también existe una importante cultura deportiva e infinidad de opciones para ejercitar tu cuerpo y mantenerlo saludable de la manera adecuada.
Young explica que la actividad física correctamente supervisada y un programa alimenticio personalizado son la opción que los distintos acondicionamientos modernos siguen para combatir falsas alternativas como lo es la Ebriorexia.
