Las clases presenciales con los docentes dentro de las aulas han quedado atrás y ahora se ha trasladado la enseñanza a los propios hogares, donde padres y madres han tomado de forma integral la enseñanza de sus hijos.
Ante este panorama, la organización Educación para Compartir nos comparte algunos consejos para que papás y mamás mejoren su modelo de enseñanza en casa.
Se trata de una serie de recomendaciones con las que se busca crear un mejor ambiente de aprendizaje en el hogar, que puede combinarse a la perfección con la educación en línea, con la que se potencia un mejor aprendizaje en las y los menores donde, además, toda la familia fortalecerá sus lazos con estas dinámicas, que incluyen:
- Asignación de un espacio de trabajo. Juntos padres e hijos seleccionen un sitio en casa que será destinado para trabajar y estudiar, en el que las niñas y los niños se sientan a gusto, sin demasiadas distracciones.
- Invítalos a utilizar este espacio para desarrollar sus propios proyectos de aprendizaje. No solamente para tomar clases vía remota o sólo hacer tareas. Que este sitio se convierta en su nuevo punto de encuentro e interacción para hacer otras actividades, como sala de lectura o para armar rompecabezas.
- Material a su alcance. Procurar que las niñas y niños cuenten con todos los insumos necesarios que usan con frecuencia en el salón de clase, por ejemplo: cuaderno, libros de texto, colores y diccionario, etc.
- Elegir un juguete o un objeto de su preferencia. Este los podrá acompañar durante su momento de estudio y al terminar podrán jugar con él.
- Motivarlos constantemente. Ofréceles retos, objetos y diferentes situaciones para que puedan poner en marcha su creatividad y desarrollar su resiliencia.
- Visibiliza el aprendizaje. Realiza preguntas para que puedan identificar qué aprenden con cada juego y cómo evoluciona ese aprendizaje a lo largo de los días, semanas, incluso años.
- Generen acuerdos de tiempos. Establecer horarios dedicados para labores escolares y algunos donde puedan tener libros o revistas que no sean de la escuela y que les gusten como libretas para colorear o dibujar.
- Establecer reglas. En conjunto, definan la ubicación, la privacidad, el tamaño, teniendo en cuenta la comodidad y la seguridad de niñas y niños.
“El desarrollo integral es un proceso continuo. El desarrollo físico, cognitivo, emocional comienza a fomentarse desde edades tempranas, que contribuyen en los cimientos para etapas futuras, es decir, que a lo largo de nuestra vida continuaremos fortaleciendo cada una de las áreas”, comparte Ana Ferraro, coordinadora general de operaciones de Educación para Compartir.