La filosofía del mindfulness, que consiste en “estar presente en el aquí y ahora”, se aplica en particular a la hora de la comida con el movimiento denominado “Alimentación Consciente” o Mindful Eating, originado en Estados Unidos en 2006, y cuyo objetivo principal es animar a las personas a vincularse con los alimentos desde una perspectiva saludable para alcanzar un estado máximo de bienestar y romper con patrones negativos acerca de la comida.
The Center For Mindful Eating (TCME por sus siglas en inglés) señala que los pilares de la Alimentación Consciente son: utilizar todos los sentidos a la hora de preparar los alimentos y consumirlos; tomar decisiones conscientes al momento de elegir con qué vamos a nutrir nuestro cuerpo y reconocer (sin juzgar) nuestras respuestas naturales ante la comida: me gusta, no me gusta o neutral.
En el marco del Día Mundial de la Salud, que se conmemora a nivel mundial este 7 de abril, Metco comparte los puntos clave para poner en práctica la Alimentación Consciente y notar cambios positivos de forma inmediata.
Pregúntate: ¿estoy comiendo porque realmente tengo hambre? Ya que en muchas ocasiones consumimos alimentos por capricho o ansiedad.
Hidrátate: Bebe agua natural a lo largo de todo el día, pues en ocasiones confundimos la sensación de sed con hambre, si escuchas a tu cuerpo reconocerás la diferencia. Dale un toque diferente al agua preparando infusiones o agua de Jamaica natural, endúlzala con Svetia.
Prepárate para comer como si fueras a un restaurante o se tratara de una fecha especial: es muy importante que comas sentado y preferentemente en compañía. Haz que el espacio físico donde llevas a cabo tus comidas sea agradable para estimular todos tus sentidos: puedes poner flores, elegir la vajilla que más te guste y colocar cada elemento con armonía para que la experiencia sea más completa.
Come despacio: la hora de la comida no es una carrera de velocidad a pesar de que tengas muchos pendientes. Tu cuerpo necesita un descanso para disfrutar de la comida, huele y mastica cada bocado para sentir su textura y sabor; así será más fácil que te des cuenta en qué momento tu cuerpo está satisfecho, no comer solo por terminar lo que hay en tu plato y disfrutar plenamente de los alimentos.
Deja a un lado el celular: si comes al mismo tiempo que hablas o revisas tus mensajes, perderás la noción de qué cantidades de alimentos estás consumiendo y será más difícil identificar la sensación de saciedad. Así que olvida las redes sociales y los mails por contestar durante unos minutos y agradece ese momento contigo.
Elige opciones saludables: comer alimentos naturales y frescos tiene muchos beneficios para la salud porque contribuyen a una buena digestión, aportan las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita y dejan una sensación de ligereza para continuar el día con mucha vitalidad y mayor concentración.
Rodéate de personas que sigan un estilo de vida saludable: es crucial que puedas compartir la satisfacción de alimentarte conscientemente con personas que también están interesadas en el tema, ya que pueden salir a comer juntos, intercambiar recetas y motivarse a seguir adelante en esta práctica.
Muévete más: la actividad física constante te ayuda a moderar tu apetito, contribuye a controlar el estrés y las emociones que te hacen comer de más. En estos días de contingencia sanitaria seguir clases de yoga, baile o circuitos vía online son una gran opción.